16/3/08

Pega desaceleración a venta de inmuebles

Los jubilados estadounidenses, conocidos como "baby boomers", están frenando la compra de segundas residencias en playas mexicanas, ante la posible recesión en Estados Unidos, que ha limitado el acceso a financiamiento.

Tan sólo en el corredor turístico Tijuana-Rosarito, la venta de propiedades cotizadas hasta en 500 mil dólares descendió 50 por ciento en los últimos cinco meses, según datos de la Asociación de Desarrolladores Turísticos de esa zona.

"Las ventas han disminuido considerablemente, en 50 por ciento, debido a dos factores: la situación económica de EU y en San Felipe no hay oferta de productos terminados desde mediados de 2007", explicó Armando Ramos, presidente del organismo en Baja California.

La crisis hipotecaria "apretó" a las instituciones financieras y ahora los préstamos caen a cuentagotas.

Según Softec, este año se venderían en todo el País 25 mil propiedades vacacionales, pero los desarrolladores estiman una caída general de 5 por ciento.

ICA y la desarrolladora San Felipe Marina Resort & Spa, una empresa en San Felipe, Baja California, detuvieron un proyecto residencial de lujo, cuyas propiedades se comercializarían en 700 mil dólares.

"Hemos decidido esperarnos unos meses para ver qué sucede con el mercado de jubilados", confirmó José Luis Guerrero, director general de ICA.

Las construcciones de nuevos proyectos en Rosarito, Los Cabos, Loreto y San Felipe están trabajando más lento.

"Las tasas de interés bajaron en EU, pero los bancos necesitan capitalizarse para dar hipotecas, según los expertos esto sucederá en el verano de 2008", vaticinó Ramos.

En otros destinos como Puerto Peñasco, donde 70 por ciento de propiedades residenciales turísticas se venden a jubilados de Arizona y Phoenix, la situación también es crítica.

"Las inversiones de ciudadanos de EU en bienes raíces se derrumbaron desde el tercer trimestre de 2007, interrumpiendo la bonanza económica registrada en los últimos siete años", expuso ante desarrolladores Heriberto Rentería, presidente municipal de Puerto Peñasco.

En el caso de Tijuana, la ola de la violencia ha inhibido la compra de residencias y terrenos.

Armando Cruz, mexicano residente en San Diego, siempre soñó con una casa en las playas de Rosarito y apenas el año pasado adquirió un terreno de 400 metros cuadrados por 100 mil dólares.

"Pero la inseguridad nos sacó de ese lugar, el centro de Rosarito hoy prácticamente está tomado por el ejército", señaló.

Fuente.- Grupo Reforma 080225